mercoledì 4 gennaio 2006

Rincones de silencio y de naturaleza


Que existan sólo fábricas y niebla es lo que piensa la mayoría de la gente, pero es absolutamente falso. Con sus chimeneas y sus pequeñas ciudades, en realidad Lombardía es un continuo espectáculo natural: más de 200 glaciares perennes, fértiles y geométricas llanuras de grandes extensiones, bosques seculares que no han sido tocados, las orillas pobladas del río Adda, las orillas salvajes del Ticino, las orillas cultivadas del Po; los Alpes y las cordilleras que flanquean los Alpes, que en los días soleados asoman luminosas sobre la llanura, encierran la región por el norte y abrazan las orillas de los cuatro grandes lagos (Maggiore, Como, Iseo, Garda); hacia el sud, los Apeninos se encuentran con la llanura que allí termina dulcemente.

Este universo natural en el cual pareciera que el tiempo hubiera vuelto a tomar su antiguo ritmo, dominado solamente por el pasar de las estaciones, es un paraíso al cual se accede fácilmente, sobre todo desde cuando una inteligente política regional decidió que al menos el 10% de la superficie de su territorio fuera reservada a parques nacionales.

Los parques naturales más importantes son el de Stelvio y el de Adamello, unidos entre sí por vínculos geográficos y administrativos. Gracias a ellos, y a las otras áreas naturales, pueden ser protegidas la fauna y la flora, raras y en vías de extinción, de gran parte de la cadena alpina, de las Grigne, del alto Garda bresciano, los Alpes Orobie y el grupo del Bernina.

En los bosques de acacias de flor blanca (robinias) y de álamos, en las laderas de las colinas y en las orillas de los lagos se encuentran áreas naturales muy interesantes, así como las iglesias, las villas y castillos forman parte del territorio física y espiritualmente. Los campanarios de las pequeñas iglesias y las hermosas decoraciones de las villas del 1700 merecen la misma atención que los árboles y los animales. Bellaggio, pequeño pueblo medieval formado por callecitas y arcos, que divide las dos ramas meridionales del lago de Como, está rodeado de jardines y parques dentro de los cuales se encuentran las villas patricias Serbelloni, Melzi y Giulia. Vale la pena recorrer ambas orillas del lago, ya que a lo largo del mismo se alternan pueblos pintorescos con sus típicos embarcaderos y villas patricias, como Villa Carlotta, la más importante.

Brianza es la tierra de las colinas de morena entre el río Seveso y el Adda, con hermosas villas como la de Belgioioso en Merate (del 1700), la neoclásica Rotonda y Villa Crivelli en Inverigo. Las orillas del lago de Garda son ásperas en la parte septentrional y dulces hacia el sud, donde Desenzano, dominada por el castillo del 1300, ofrece un espléndido paseo a lo largo del lago, un antiguo portezuelo y restos de una villa romana. Son un rico testimonio de historia las pequeñas reservas de Campo dei Fiori en Varese, de los cerros de Bérgamo y las laderas selvosas de Montevecchia en Brianza.

Y para terminar, más agua, el agua de los ríos que se insinúan en las llanuras, entre las ciudades, las aldeas y las colinas.

Para proteger el ecosistema fluvial han sido creados el Parque regional del Mincio, del Adda Norte y del Adda Sud (los cuales en medio de un paisaje verdísimo nos ofrecen la posibilidad de ver restos de arqueología industrial), del Serio, del Valle del Lambro, y sobre todo el espléndido Parque Regional del Valle del Ticino.

Fonte: Turismo Regione Lombardia.